viernes, 1 de abril de 2022

Cualquier moñas

En España cualquier moñas que esté afiliado (o no) a cualquier partido político, puede ser ministro…, y a las pruebas me remito. Alberto Garzón, Irene Montero, Raquel Sánchez, Pablo Casado, Alberto Rodríguez…… y así hasta completar el cupo de parlamentarios y senadores que tenemos en este país conocido como España, porque de alguna manera hay que llamarlo. Son más los ministros inútiles (en el gobierno actual, prácticamente todos), que las personas competentes. Es más, los inteligentes huyen de la política, como norma general, y ese campo que queda libre es ocupado por parados sin nada que hacer, sindicalistas (no se rían por dios, en España todavía existen estos parásitos sociales aunque ustedes no los vean ni por error televisivo), politicastros profesionales, femihistéricas, e inútiles en general, que en lugar de intentar ganarse la vida trabajando honradamente, como todo el mundo, invaden el campo político, pues se vive muy bien subido al coche oficial, cobrando 100.000€ al año, como mínimo, viviendo en grandes pisos, en las mejoras zonas de Madrid, sin tener que pagar nada, etc. Más la posibilidad de hacer chanchullos, adjudicar obras o servicios a amiguetes, que luego te dan la mordida o comisión correspondiente…, de forma que puedes acabar siendo millonario. Felipe González, Bono, Ábalos, Illa, y tantos y tantos otros son un claro ejemplo de lo que digo y está la maldita (porque la neutral esa de Ana Pastor no lo hará) hemeroteca para ser consultada. Y, por supuesto, la fortuna, de origen desconocido e incierto, se ubica en paraísos fiscales, huyendo de la Patria, un auténtico infierno fiscal. Los políticos están para solucionar problemas, no para crearlos, como sucede en España, con la mayoría de ellos. Pero claro, si se nombran ministros de cuota, según su sexo, para que se sientan debidamente representados, a catalanes y vascos, por lo mismo, etc., pues luego pasa lo que pasa, y estamos viendo. Por no hablar de los ministros, ministras y ministres de Unidas Podemos, ese partido completamente desintegrado, que se agarran al coche oficial y al gran despacho, y que con un poco de suerte, habrá que echarles con aceite hirviendo y que defienden lo contrario de lo que predicaban, no les importa que ZPedro (no es un error) pase de ellos como de la mierda, o les humille, tanto en público como en privado, etc. ¿Qué van a hacer las pobres fuera de la política?¿ponerse a fregar escaleras, que es para lo que valen?. Nombrar ministro de transportes a una indocumentada, ex alcaldesa de una pequeña localidad catalana, que no tiene ninguna otra experiencia, como no sea en gestionar las compras para la cocina de su casa, pero eso sí, es femihistérica recalcitrante y, supongo, medio independista catalana, pues los del PSC, no se sabe muy bien si quieren carne o pescado. España, año 2022. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

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