lunes, 11 de octubre de 2021

De profesión, político

El error más grave en política es hacer de la política una profesión. Si un político está mucho tiempo ocupando un cargo, se acostumbra a mandar y a ser obedecido, y el enjambre de aduladores que se forma a su alrededor tampoco le resulta muy útil para mantener su ego a raya. Se convierte así (o lo convierten) en eso que todos conocemos como un dictador o un patrono sin escrúpulos. Pero si se limita su mandato a unos pocos años, como suele hacerse en nuestras mal llamadas democracias, no pensará más que en amasar una fortuna que le permita vivir el resto de su vida sin dar golpe. Si eso ocurre, se convierte en eso que todos conocemos como un corrupto, y que España, país donde lo anterior se convierte en un arte, sabemos bien de lo que hablamos, ya que tenemos corruptos de todos los colores, cargos, partidos y sexos. Los antiguos griegos eran muy conscientes del problema. Por eso su democracia era lo más opuesto al régimen representativo que tenemos hoy. Ellos decían que “Si la democracia es el gobierno del pueblo, obviamente es el pueblo el que tiene que gobernar”. Así, su forma de regirse era lo más parecido a la forma en la que se rige una comunidad de vecinos. Tenían muy claro que la partidocracia es otra forma de dictadura, pues si un partido debe tener una voz única, eso deja sin voz a sus propios partidarios. Si el partido vota en bloque, como uno solo, ¿qué más da que sean cien los diputados que voten o uno solo?. En la democracia griega los partidos estaban proscritos. Las elecciones consistían en elegir entre los que se presentaban como candidatos ¡Pero se elegía A SUERTE! Incluso inventaron una máquina llamada kleroterión (que aún puede verse en algún museo) para garantizar que nadie pudiera pervertir la suerte. Sin mítines, sin campañas, sin despilfarro, sin programa, sin promesas, sin mentiras. Así era la democracia griega. Lo más parecido a la manera en que se gestiona tu comunidad de vecinos. Pero, ¿y si la suerte elige a un ciudadano sin preparación? Pero en pos de la pregunta anterior, surge otra, ¿en qué consiste esa preparación?¿en agenciarse un máster falso?¿en ser amigo de?¿estar apuntado a un partido cualquiera?¿qué requisitos académicos se exigen, en esta falsa democracia, para ser político?. Como estoy viendo no hace falta nada y tenemos ejemplos en nuestro gobierno (Miquel Iceta, por ejemplo en este, pero en todos ha habido personas sin nada que colgar en la pared que han llegado a ser ministros) y en todos los anteriores. Pero también mi hijo ya sabe que no hace falta ningún requisito en concreto para ser político o gobernante en este país de pandereta en el cual vivo. Sin embargo, para ser médico, policía, guardia civil, enfermero…..se piden unos requisitos mínimos y luego una oposición de órdago para poder trabajar, y eso es lo lamentable y penoso. Pero es la ley, esa ley que se sacan de la manga unos analfabetos dedicados a la política. España, año 2021. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

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