martes, 26 de febrero de 2019

Dentro de casa

Cuando el enemigo está dentro de casa, poco se puede hacer. Si además ese enemigo tiene poder, tenemos al presidente de la CEOE haciendo de sindicalista (no se rían por dios, en España todavía existen estos parásitos sociales aunque ustedes no los vean ni por error administrativo). Sí queridos blogueros, como lo leen, sino atentos al post. La semana pasada coincidieron tres noticias con tintes económicos en los periódicos. La más grave, las propuestas del señor Garamendi presidente de CEOE a las empresas, en las que propone ampliar el sueldo mínimo en los convenios colectivos, además de clausulas para que los trabajadores no pierdan poder adquisitivo y una subida lineal en las empresas de hasta un tres por ciento. Otra sorprendente, la de la señora Carmena, rabiosa antisistema, donde reconoce que una sociedad sin empresas no es viable y por último las declaraciones del señor Ferraro, catedrático de economía, para mí el economista más creíble y realista de Andalucía, en la que afirma que la llegada del nuevo gobierno a la Junta de Andalucía, no traerá cambios significativos, aunque muchos ya lo esperábamos. No dudo de la capacidad intelectual del presidente de los empresarios, pero si puedo asegurar que este señor, carece del más mínimo sentido empresarial. Este señor al que la prensa económica sigue muy de cerca desde su reciente nombramiento, parte siempre desde la premisa impuesta por los sindicatos españoles de que la prioridad de las empresas es garantizar el beneficio de sus trabajadores. No quiere enterarse, al igual que los sindicatos, que para que las empresas aumenten plantillas y mejoren los salarios de sus empleados, tiene antes que darse la estabilidad de la misma y su posterior crecimiento y no al contrario. Este señor, como buen político, va justo en la misma línea de todos los partidos del actual arco parlamentario español y es la imposición de más y más estado. Cuando llegue VOX, si es que llega, también lo analizaran, aunque muchos periódicos admiten que las pequeñas pincelas económicas, dada hasta la fecha van a más de lo mismo. Nadie con el más mínimo sentido empresarial, puede estar a favor de los Convenios Colectivos. Convenios que firman personas ajenos a las empresas y ajenos a la situación de la misma. Estos convenios, son memorándum de como cerrar una empresa en un par de meses a los demás, valga como recordatorio al igual que al señor Garamendi. Mientras todos los organismos económicos independientes con un mínimo de credibilidad acusan al incremento del Salario Mínimo Interprofesional como un paso atrás en la creación de riqueza y de puestos de trabajo, este señor que al parecer es ajeno a la realidad empresarial en España, todavía no se ha enterado de que más del 99% de las empresas que inician una actividad cierran antes de cumplir el año de vida, se muestra como el mejor de los sindicalistas, propone, endurecer aún mas para las empresas, estos convenios y en general dificultar aún más la viabilidad de las mismas. En fin, vivir para ver. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

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