martes, 27 de febrero de 2018

Se lo pasan por el arco

Juro a ustedes por el cetro del dios Pichimichi que lo que voy a contar es cierto. Aunque comprendería que dudasen, porque en un país normal, algo así sería imposible. Pero recuerden que éste no es un país normal, sino España, un lugar donde todo disparate, por gordo que sea, tiene su asiento, y donde por poner un ejemplo clásico, una ardilla podría cruzar la Península saltando de gilipollas en gilipollas sin tocar el suelo. Como saben ustedes, y si no se lo recuerdo yo, voy cada mañana a desayunar al bar de mi amigo Pacorro. Se lo pueden tomar como una chulería por mi parte como otra cualquiera. El caso es que voy. De paso, cojo cualquier periódico que mi amigo compra y así paso el rato. Pero cabe recordar, que en este país corrupto leer un periódico es echar la pota, pero aún así lo sigo haciendo. Puede que sea masoquista, pero para enterarme de las cosas que pasan en este país desgraciado conocido como España, porque de alguna manera hay que llamarlo, tengo que hacerlo. Resulta que en uno de esos periódicos, me encontré con un una noticia que me dejó patidefuá pese al escaso margen de sorpresa que a le deja ser súbdito español. Ésta decía así: “LAS SEPULTURERAS DE ALGECIRAS DENUNCIAN QUE COBRAN 290€ MENOS AL MES QUE SUS COMPAÑEROS VARONES”. Claro, lo primero que a uno se le viene a la cabeza viendo esta clase de noticias, es como un ayuntamiento, que se mantiene gracias al dinero público, puede discriminar a personas por ser de distinto sexo. Como no puede ser de otra manera, y sabiendo de antemano que no hay sopa Hispana sin pelo dentro, me fui corriendo a la oficina y encendí el ordenata y consulté, goteante el colmillo esta noticia. En total son 3.480€ menos al año, que sus compañeros varones, con la misma categoría salarial y las mismas funciones. El hecho se viene produciendo desde hace cinco años, lo que implica que han dejado de percibir 17.400€ respecto a sus compañeros. El sindicato CSIF, que ha hecho público el caso, ha interpuesto una demanda contra el Ayuntamiento de La Línea de la Concepción en la que reclaman el derecho de estas trabajadoras municipales a recibir las mismas retribuciones que sus compañeros. Los hechos se remontan a octubre de 2013, cuando este consistorio, por necesidades de personal, modificó la categoría profesional de cuatro trabajadoras (tiene que darse cuenta ustedes que siempre se modifica las cosas a los trabajadores, nunca a los políticos de mierda que tenemos en este país), que pasaron de limpiadoras a peones sepultureros. Sin embargo, este consistorio no igualó el salario de estas empleadas con el de los hombres que ya venían realizando estas funciones en el cementerio de la localidad. El Consistorio se ha pasado por el arco del triunfo el Art. 35 de la Constitución, y el 28 del Estatuto de los Trabajadores, ambos sobre la igualdad entre sexos. Vaya tela. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

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