jueves, 22 de febrero de 2018

La única

Entre los indepes cobardes y huidizos que nos ha dado esta Cataluña de risa, hay todavía gente que mantiene sus ideales a pesar de todo. Y es justo reconocérselo, porque lo mismo que se critica a los mamarrachos escapados, estas formas también hay que comentarlas. Resulta que la ex diputada de la CUP Mireia Boya fue citada el miércoles pasado a declarar como imputada en el Tribunal Supremo. Cuando salió del mismo, la chica dijo una frase que puede ser lapidaria y que pone a cada persona indepen en su lugar. “Tengo muy claro que si entro en la prisión sólo saldré cuando tengamos la República”, afirmó, con dos cojones la chavala, la cual la hace meritoria de un aplauso, porque por lo menos no ha huido y está dispuesta a sacrificarse por su causa, cosa por otro lado, que no hemos visto en el fantasma de Flandes, el tal Puigdemooort, sus 5 secuaces y ahora la flequillos, Anna Gabriel. Boya aseguró en una rueda de prensa en Lérida, que no acatará la Constitución en su declaración ante el juez del Tribunal Supremo (TS) Pablo Llarena. Pero Mireia Boya aseguro con aplomo y seguridad en sí misma, sabiendo perfectamente a lo que se enfrenta, que declarará de cara y defendiendo sus ideas. Ha quedado demostrado que renunciar a las ideas no sirve de nada, y tengo asumidos los riesgos, dijo la dirigente antisistema, lo cual la coloca en la cúspide del independentismo catalán, y no como a los mamarrachos fugados, que han quedado a la altura de la mierda fugándose en cuanto han podido y han sentido el soplo de la justicia en sus cogotes. Aunque se trata de una declaración judicial, Boya ha indicado que defenderá el programa electoral de la CUP y los resultados del referéndum ilegal de independencia de Cataluña del 1-O, y ha pedido a las fuerzas independentistas que estén a la altura de las circunstancias en el caso de que entre en la cárcel de forma provisional. Pero Boya sabe que lo anterior no va a ser posible, en parte porque no se puede fiar de una panda de fugados y de una panda que ha dejado en la estacada a miles de votantes para salvarse ellos. Boya lo sabe perfectamente, pero ella sigue defendiendo a capa y espada sus principios ideológicos, lo cual la hace una heroína del independentismo catalán a ojos de cualquiera que sepa apreciar la defensa de los valores por los cuales se lucha. Es una indepen, sí, pero ahí está dando la cara y presentándose ante el juez para decirle que se meta la ley donde le coja, aunque sepa que es una batalla perdida. Olé sus cojones, y quizá si hubiera habido más gente indepen como ella, defiendo a capa y espada y en donde hiciera falta esa ideología, tengo por seguro que hubiesen llegado lejos. Pero escapando a la más mínima para salvarse, pues creo que le hacen un flaco favor a los que realmente creen en la independencia y luchan por ella, que seguro que serán muchos. Pero cobardes y mamarrachos hay en todos lados, y el independentismo no va a ser menos, como se puede ver. Vaya tela. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

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