Fanatismo

Lo que ha pasado esta semana en Oslo, demuestra una vez más que los fanáticos son peligrosos. Los atentados contra las instituciones del gobierno de ese país, y contra un campamento donde estaban acampados chicos y chicas de una ideología que no cuadraba con el asesino han hecho el resto. No han sido extremistas musulmanes, no han sido terroristas nacionales ni internacionales, ha sido un ciudadano noruego con una ideología ultra cristiana tirando mucho a la locura, el que ha ejecutado esa barbaridad. Lo peligroso no es la religión, niel fútbol ni una ideología política, lo peligroso es gente como éste tipo que se cree capaz de salvar al mundo con su fanatismo integral y pirado.
Ha actuado sólo según cuenta él a la policía. Lo mismo que ha contado que lo ha hecho porque era necesario para su país. Toma ya. Pero la policía cree que no ha actuado sólo y por eso está investigando ese lado. De un fanático que ha hecho una cosa así no te puedes fiar, y la policía hace bien en investigar todos los flecos para asegurarse de que sólo hay un fanático y no una secta de fanáticos capaces de hace mucho más daño. Por otro lado, este tipo había colgado en internet un manual de 1.500 páginas en donde explica cómo acabar con la inmigración en Europa. A parte de su afición casi fanática por los templarios, que como se sabe, eran monjes guerreros que defendían a la Iglesia Católica hasta que ésta se dio cuenta de que a la vez que defendían se estaban forrando y por eso la disolvieron.
No han sido esta vez musulmanes, sino un tipo cristiano pasado de vueltas que se creía un templario capaz de resolver los problemas de su país a base de bombas y tiros. En parte lo ha conseguido, y ha puesto en entredicho otra vez hasta donde el fanatismo con la ayuda de internet pueden llegar a hacer. Hace falta vigilar más la red mundial para así poder llegar antes que estos fanáticos, pero ¿qué gobierno tiene la capacidad de controlar una red mundial tan amplía?. Ninguno. Sólo un golpe de suerte o un ataque de estas características hacen que se vuelvan a plantear ciertas cuestiones que están muchas veces olvidadas.
Demuestra también, que fanáticos los hay de todo tipo y colores, como se ha visto con este tipo. Hay que tener cuidado con esas cosas. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida.

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