Las heridas que nunca se cierran

Hace unos días, saltó la noticia de que el Tribunal Supremo de Buenos Aires, reabre el caso de los crímenes contra el franquismo, que una juez archivo por falta de pruebas. Inaudito. La asociación de Memoria Histórica está my contenta por la decisión (faltaría más), pero no por eso el Tribunal Supremo de nuestro país va a dejar de enjuiciar a Baltasar Garzón por prevaricación en este asunto de los crímenes franquistas.
Siempre me he preguntado desde que este parlamento nuestro aprobó esta ley de la Memoria Histórica, que pasa con los muertos que del bando contrario, es decir, los que mataron los republicanos. Seguramente porque ninguna persona de este bando a interpuesto ninguna denuncia ante ningún tribunal, porque seguramente no quieren mover la historia de esta España cutre y salchichera en la que nos ha tocado vivir. También puede ser que la ley sólo este hecha para los que están denunciando, sin tener en cuenta que en una guerra mueren personas de un bando y de otro, y tampoco sin tener en cuenta que las atrocidades se hacen desde un bando igual que de otro. La diferencia está, según mi humilde opinión, en que algunos quieren remover una parte de nuestra historia que debería estar sólo en los libros de texto, para así evitar que ocurran desgracias como las acontecidas en aquella época.
Puede ser también que busquen algo de tranquilidad en sus vidas sabiendo donde están sus seres queridos, algo muy legítimo y comprensible, pero lo que yo no veo tan comprensible es que utilicen los poderes del Estado para llegar hasta ese fin como lo están haciendo, porque esa ley de Memoria Histórica salió por algunas presiones, y no porque fuera necesaria.
Todo esto que les cuento, es todo una opinión muy personal, y lo seguiré pensando, y tengan en cuenta que yo tengo parientes lejanos que fueron víctimas de una guerra sin sentido y que como todas las guerras, siempre tienen sus muertos, sean de un bando o de otro. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida

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