domingo, 27 de junio de 2010

El gasto del G-20

Esta semana voy a hablar del G-20, esa magnífica organización (por llamarlo de alguna manera) que se dedica a dirigir o eso por lo menos ellos creen, la economía del mundo. Ellos dicen las medidas que hay que tomar para controlar déficit, gastos comunes, fórmulas para que no vuelva a pasar lo que está pasando con esta crisis, etcétera. Pero lo que no dicen, es porque se gastan 1M de € en organizar la cumbre que se ha celebrado en Toronto (Canadá).
O sea, nos piden a los ciudadanos del mundo a través de los respectivos gobiernos pertenecientes a esta organización que nos ajustemos el cinturón, que nos van a moler a subir impuestos, que tengamos un poco de austeridad y mientras ellos gastando dinero con las manos llenas para llegar a conclusiones (o no llegar) que casi nadie va a hacer caso y que no van a servir para nada.
Por otro lado, los activistas han hecho acto de presencia en las calles de Toronto, y están empezando a hacer de las suyas, que no es otra cosa que destruir todo lo que pillan a su paso, que la ciudad se gaste lo indecible en horas extras en policías para que esos 20 amos del mundo, coman, beban y no lleguen a ningún acuerdo.
Para eso es para lo que vale el G-20, para que los activistas se den a conocer, que el ayuntamiento correspondiente corra con los gastos de los destrozos que se provocan, y poco más, porque ya me dirán en lo que influye en nuestra particular economía que estos personajes se reúnan, lleguen a acuerdos o no, etcétera. Lo único que nos importa a los ciudadanos de a pie, es estar como decía el dicho: “virgencita, virgencita que me quede como estoy”, o dicho de otro modo, que no nos hagan más ricos y agradecidos, pero tampoco más pobres y desgraciados de lo que ya somos.
Estas reuniones deberían de quitarlas, o que no se celebrasen más, por la simple razón de que es una vergüenza todo el gasto que conlleva organizarla, mientras hay gente que no tiene ni para comer. Por eso, todo ese dinero que se van a gastar, que lo empleen en algo útil, que seguro que se lo agradecerán. Si fuera así, otra imagen tendrían y menos destrozos para la ciudad que le toque la china. Vivir para ver. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida.

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