lunes, 13 de septiembre de 2021

Los vividores del clima

El efecto invernadero, las lluvias ácidas y el agujero de la capa de ozono, se acuñaron como los objetivos del nuevo sacramento del clima. Pero hay voces discordantes, que piensan que puede ser un cambio natural de la tierra (como las glaciaciones), aunque con la inestimable ayuda de la raza más destructora que existe, EL HOMBRE Pero hoy, porque me han pillado resultón, les voy a contar una historia. En 1972, la ONU organiza en Estocolmo la Cumbre de la Tierra, en la que participan 114 países, pero solo asisten dos jefes de Estado, Olof Palme, primer ministro de Suecia, e Indira Gandhi, primera ministra de la India, dos opositores a la política estadounidense. (Curiosa y desgraciadamente, los dos murieron asesinados). Los dos ministros se mostraron en contra de los postulados de la Fundación Rockefeller, que establece que no hay recursos suficientes para que todos los habitantes del planeta tengan acceso a ellos. Muy al contrario, los dos disidentes, seguidos de un buen número de voces a su favor, sostenían que si los recursos naturales no llegan a todos es porque el modelo occidental es inadecuado y hay que cambiarlo. Se desprende que son los ricos los que están poniendo en peligro el planeta y no los pobres. Se crea a partir de ahí el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), y se dan cita para dentro de diez años. El multimillonario, David Rockefeller, abogaba por el cese del crecimiento mundial. Apadrinó un think tank, el Club de Roma, que financió la realización de un estudio realizado por el equipo de Dennis Meadows, del Instituto de Tecnología de Massachusetts, estudio publicado bajo el título The Limits to Growth (Los límites del crecimiento) que se convirtió en un éxito de ventas en las librerías. Un informe encargado por Henry Kissinger dice: “No sabemos si el desarrollo técnico permitirá alimentar a 8.000 millones de personas, y mucho menos a 12.000 millones en el siglo 21”. Es así como Estados Unidos decide condicionar la ayuda destinada al desarrollo económico de los países en vías de desarrollo a los planes de control de la natalidad, de la mano, claro está, de los políticos y de las feministas de género y lobbies adláteres, a las que también se les financia y se les da relevancia y representatividad en las universidades y en la política. De esto ya hemos hablado en otros escritos, pero conviene incidir para dejar claro que las cosas tienen segundas y terceras lecturas una vez que se descorre el velo. Nada ha ocurrido al azar, sino siguiendo unos patrones meticulosamente programados. El informe es mucho más extenso, pero sólo con estas pinceladas que les he puesto, ya pueden ustedes darse cuente de qué lado masca la iguana con este tema del cambio climático. No deja de ser otra fuente de financiación para los ricos y poderosos. Un negocio bien montado y que deja pingues beneficios. ¿Negocio?¿realidad?¿qué está ocurriendo con el cambio climático?. España, año 2021. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

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