viernes, 22 de junio de 2018

Se aprovechaba

Como saben ustedes, voy como cada mañana a desayunar al bar de mi amigo Pacorro. Se lo pueden tomar como una chulería por mi parte como otra cualquiera. Como saben también, Pacorro compra la prensa diaria para que sus parroquianos y los que no lo son lean, aunque este acto sea de valentía, porque ya saben ustedes que abrir un periódico en este país de pandereta conocido como España, porque de alguna manera hay que llamarlo, es literalmente echar la pota. Pues bien, en uno de esos periódicos me encontré con una noticia que me dejó patidefuá, pese al escaso margen de sorpresa que a uno le deja ser súbdito español. La noticia decía así: “IÑAKI URDANGARIN, OBTENÍA CONTRATOS POR SU SIBILINA IMPOSICIÓN DE CONDICIONES”. O sea, es decir, el yernazo y el cuñaísimo ejercía influencia desde una aprovechada posición de prevalencia, con la que contaba y se valía de ella, de la que disfrutaba como consecuencia de su matrimonio con una hija de quien era entonces Jefe del Estado. Vaya, con el yernazo. Pero la semana pasada se conocía también que el yernazo tenía que entrar en prisión esta semana, por supuesto eligiendo él la cárcel a la que quiere ir. Pero el Supremo absuelve a su socio Diego Torres de tráfico de influencias, blanqueo y falsedad, y rebaja su pena hasta los cinco años y ocho meses, con lo cual también tiene que entrar a la cárcel. Se escapan de la misma la infeliz de la Infanta, porque no sabía nada de lo que su marido hacía, y la esposa de Diego Torres, que a lo mejor tampoco sabía nada de lo que hacía su conyugue. Estas dos mujeres infelices y desconocedoras de todos los movimientos de sus maridos, pagarán sendas multas. Punto. La verdad que muchas veces pienso que necesidad tenía Urdangarín y su esposa la infeliz de meterse en esos jardines. En vez de disfrutar de su privilegiada posición, con la vida resuelta y sin problemas para llegar a final de mes, con todos los privilegios que el cargo de Infanta tenía y tiene, no veo por ningún sitio la necesidad de empantanarse como lo han hecho para terminar en el trullo. Sólo lo entiendo por la avaricia que Urdangarín puede tener. Pues ahora resulta que está en el trullo, y ha pasado de ser un deportista de élite, respetado y querido por muchos españoles, a ser un vulgar preso por robar y mangonear desde la posición privilegiada que ha tenido al pegar el braguetazo con la ignorante e infeliz Infanta Cristina. Ya me gustaría a mí y a cualquier ciudadano español, tener la mitad de privilegios que éste tiparraco ha tenido y seguirá teniendo cuando salga del trullo, porque su mujer es quién es por muy ignorante e infeliz que sea. Es lo que tenemos y es lo que hay Maikel Naig. La gente es así, se busca los problemas donde no los hay y se los transmite a otros por rebote. No se enteran de nada. Vaya tela. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

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