Empieza el desmontaje

Ya está aquí, ya llego el PSOE y sus socios, los enemigos de España haciendo de las suyas. El nuevo presidente del gobierno y toda la chusma que lo acompaña en la gobernación, se lanzan a desmontar la reforma laboral. Se trata de la reclamación estrella de todo el conglomerado de partidos de izquierdas. Se quiere dar carpetazo a un modelo laboral contra el que ha cargado sistemáticamente el PSOE desde la oposición. Y para ello, uno de los puntos clave será devolver el control a los sindicatos (no se rían por dios, en España todavía existen estos parásitos sociales aunque ustedes no los vean ni por error televisivo) y dar mayor importancia a la negociación colectiva. Y es que el PSOE pretende (como no podía ser de otra manera) derogar la reforma laboral y aprobar un nuevo estatuto de los trabajadores, quitando los puntos de la reforma laboral del PP que establecen un modelo de empleo precario y de bajos salarios y un sistema de relaciones laborales sin equilibrio de poder entre trabajadores y empresarios, según hace se hace saber en el plan de acción del PSOE. Si he entendido bien, ahora con este gobierno, los sindicatos moverán sus enormes culos para conseguir algo provechoso, los trabajadores ganaremos más de aquí en adelante y tendremos un empleo que será la envidia de todo el mundo. Hostias, ¿por qué no lo han dicho antes desde las filas sociatas?. Pero viendo el panorama en Andalucía, por poner un ejemplo clásico, me parece a mí que verdes las han segao, por la sencilla razón de que el PSOE lleva gobernando en esa comunidad desde la muerte de Franco, y es la comunidad autónoma que más paro tiene. No sé, no llego a entender. Pero desde el PSOE no ocultan que son conscientes de que esta es la piedra angular de las exigencias de Europa y que, por lo tanto, aunque se haga una demostración de crítica muy fuerte, se tendrá que acabar teniendo cierto cuidado con los cambios. Por eso el PSOE pretende aprobar un nuevo Estatuto de los Trabajadores concebido como carta de derechos de los trabajadores, con nuevos derechos de seguridad y salud en el trabajo (para eso ya hay una ley de Prevención de Riesgos Laborales), secreto de las comunicaciones (para eso ya hay una ley de Protección de Datos), o propiedad científica e intelectual (para eso ya hay una ley de Propiedad Intelectual). Pretenden igualmente cargar contra la figura de los falsos autónomos, convirtiendo los trabajadores autónomos económicamente en trabajadores por cuenta ajena. Quieren una definición estricta de la condición de becario que conlleve una finalidad formativa y no productiva. Buscarán establecer tres tipos de contratos (el de trabajo indefinido, el temporal, y de formación). Cargarán contra el uso fraudulento de contratos de trabajo a tiempo parcial. Y volverán a dar fuerza a la negociación colectiva. Pero todo ello, intentado no cruzar la línea roja de un fuerte aumento de los costes laborales. Porque saben que, si lo hacen, saltarán todas las alarmas de Bruselas. Negro lo tienen. Pero en fin. A desmontar se ha dicho. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

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