martes, 19 de septiembre de 2017

Purpurina

Creía que lo había visto todo en el mundo, pero siempre hay alguien que te sorprende con esas cosas que dices qué cómo puede ser, y esta vez me han sorprendido de verdad. Los diseñadores Tobias Wong y Just Another, han ido un paso más allá y nos sorprenden con una nueva creación que lleva visos de cambiar el curos de la humanidad. No es la vacuna contra el sida, ni una fórmula mágica para curar el cáncer, ni siquiera ellos saben cómo acabar con el hambre en el mundo. Su invento sin embargo podría variar el concepto de algo tan intrínseco al ser humano como el origen de la vida. La maravillosa experiencia de ir a cagar. Se acabaron las heces marrones, desechas o malolientes. A partir de ahora, podremos convertir los residuos de nuestro cuerpo en una auténtica obra de arte. Llegan las nuevas capsulas con purpurina de colores y aromas de sabores, tal cual. Las dichosas cápsulas costarán la friolera de 450$. La cagada nos saldrá cara, pero preciosa. Me pregunto quién será el o la que se tome eso. Pero al ponerme a pensar, me acuerdo de que hay gente pa tó y se me pasa. Seguro que más de uno ya se está imaginando a Paris Hilton o a Kim Kardashian inmortalizando para la eternidad y subiendo a su Istagram sus visitas al escusado para goce y deleite de su legión de fans, de sus cagadas con colores y purpurina, todo un hito de este mundo. Cada día que pasa me sorprendo más de la estupidez humana. No ya de los creadores de tanta estupidez, sino de los estúpidos que compran esas estupideces por el simple hecho de sentirse superiores o diferentes al resto de los humanos terrenales que no podemos permitirnos esas excentricidades al alcance de unos pocos. Hay gente para todo como puedo ver. En fin, la humanidad se va a la mierda, nunca mejor dicho, a pasos agigantados. Vivir para ver. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida.

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