domingo, 11 de octubre de 2015

Jubilado a cuerpo de rey

Estamos en el año 2015. Toda Hispania está ocupada por jubilados que viven como pueden con la escasa pensión que les deja el gobierno de turno…¿Todos?, todos no, un jubilado irreductible, bien pagado y bien cuidado resiste todavía y siempre al invasor. Y la vida no es fácil para los jubilados españoles con las reducidas pensiones que tienen máxime cuando tienen que mantener a nietos, hijos, nueras, yernos, amigos de estos, hipotecas, letras de coches, etc, etc. Pero el que resiste como un campeón es un español ilustre (dentro de los muchísimos españoles ilustres que hay) que cobra de pensión la friolera de 70.254€. 
Claro con esa pensión no me extraña que pueda comprarse un velero del año 1.929 para luego lucirlo en regatas. Pero lo más chocante, es que este jubilado ilustre viajo hasta la localidad de Loviisa, al sur de Finlandia para adquirirlo. Supongo claro está, que luego le tuvo que hacer algunas pequeñas reparaciones dado los años que tiene el barco. 
A sus 76 años recién cumplidos, este jubilado ilustre todavía está participando en regatas y lo seguirá haciendo, gracias en parte al nuevo barquito que se ha comprado con más años que el hilo, pero que parece ser que lo ha dejado al pelo para competir por todo el mundo en dichas competiciones marítimas. Con ese pedazo de pensión que le han dejado de jubilación, aparte de otras prebendas por ser quién es, este jubilado vive a cuerpo de rey aunque haya abdicado hace algún tiempo. Pero eso no le supone ningún problema, como se está viendo, porque por pasta no es, y los problemas de salud que ole obligaron a abdicar en su hijo, tampoco parece que sean muy graves viendo el ritmo de vida que lleva y viendo también como se gasta el dinero de su pensión en comprar el barco que es la máquina imprescindible para poder practicar su afición favorita, la vela. 
Este jubilado no es otro que Juan Carlos I, el mismo que dijo en un mensaje de Navidad y coincidiendo con el caso Noos en la cual su hija se le olvido que estaba casada con el presidente de este instituto, el cual chorizo todo lo que quiso y más, que la justicia es igual para todos. Por cierto, ya nadie se acuerda del caso Noos ni de la imputación de la Infanta Cristina. No me extraña nada, viviendo en el país en el que vivo. 
Pero como se puede apreciar, ni la justicia es igual para todos, ni la pensión que recibe cada jubilado es igual para todos. Para estas cosas hay cinco clases de españoles, el rey que pidió la cuenta, es decir, que abdico, los presidentes de gobierno, los ministros, los demás morralleros políticos y el resto de los españoles, que son los que realmente curran durante toda su vida para que los anteriores vivan como auténticos marajás, mientras los demás no tienen de pensión ni para comprar un par de bolsas de pipas. La triste historia de España, una vez más. Porca miseria. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

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