domingo, 19 de mayo de 2013

Ahora borrachín

Miguel Ángel Rodríguez, en adelante MAR, ha sido ministro en la época de Aznar, currante de una multinacional, contertulio en cadenas de televisión y radio afines a la derecha y no tan derecha y ahora borrachín. Sí queridos blogueros, como lo oyen, borrachín. Lo digo porque hace poco lo detuvo una patrulla de la policía cuando conducía más borracho que una cuba por las calles de Madrid. Seguramente se lo llevarían a los calabozos de la comisaría más cercana a que pelara la mona y cuando despertara lo dejarían libre como un pajarito al ver los policías de quien se trataba. Si queridos blogueros, pasaría eso, recuerden ustedes que estamos en España y eso junto con que el tipo fue ministro en algún momento de su vida, es más que suficiente para entender ciertas cosas que en otros países serían difíciles de entender. Pero MAR ha salido pidiendo perdón por su “mal ejemplo”. Una circunstancia más que viene a corroborar lo anteriormente mencionado de que lo dejarían libre como a un pajarito. Esto en algún país más o menos democrático como España, pero con una legislación que no tiene miramientos con nadie y una justicia de verdad, de esas que es ciega, pues este tío estaría en chirona desde el primer momento de su detención, incluso borracho si me apuran. Pero les vuelvo a recordar que estamos en España y aquí la justicia asquerosa que tenemos se aplica con más o menos dureza dependiendo de quién seas, y contra más poder tienes menos dura es la justicia. Hay claro ejemplos, Urdangarín, Bárcenas, Camps y el amigo chulillo y pijo a más no poder el señor Costa, etc, etc, etc, que convierte a la justicia en chiste. En el lado opuesto tenemos a la mujer esa que se encontró una cartera y gasto 80€ en pañales y comida para sus hijos y que fue condenada a la cárcel. Menos mal que el gobierno la indulto, no porque la idea le gustara, sino por el escándalo que se podía formar. Esta es la justicia española, que de ciega tiene lo que yo de obispo. La triste historia de España. Mientras, el señor MAR seguirá haciendo su vida normal como si nada hubiera pasado, mientras personas que hacen menos que este pájaro son detenidas sin ningún pudor por parte de un sistema que gente como MAR han inventado a su medida. Asco me dan todos estos mamarrachos metidos a políticos, que lo único que saben es buscar problemas, no solucionarlos y cuando lo hacen es a costa de los sacrificios de los españoles honrados y (de los pocos) currantes. Si de verdad la justicia fuera igual para todos, este tío sería condenado a lo máximo que marcara la ley (si ésta estuviera redactada en condiciones) y máxime cuando ha sido representante público de un gobierno. Pero como se vuelve a ver y a demostrar la ley es para infelices y personas que no somos nadie. La verdad que es para pillar un camino. Porca miseria. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

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