miércoles, 9 de octubre de 2019

Muchas ampollas

Estoy esperando que cualquier día de estos, caiga el meteorito y arrase con todo. Eso tiene una ventaja, que todos los mamarrachos, que todos los inútiles, tanto de una ideología o de otra, se irán todos al carajo, quitando de un plumazo a tanto papanatas. Pero tiene su inconveniente, que no estaremos aquí para ver y disfrutar del espectáculo. La semana pasada, escribí en este mismo blog pecador un post titulado “Ya ni cultura” (tiren de hemeroteca), en el cual indicaba como una plataforma en concreto, se les pusieron los colmillos goteantes ante esa película intentando buscar la gresca, que dicho sea de paso, caracteriza al pueblo español. Pues bien, a raíz de esa película, y me encontré en un diario de tirada regional (estaba de viaje ese día), un artículo sobre esa misma película de Amenábar, la cual ha levantado más ampollas de las que yo y mucha gente creía. Resulta que radicales de extrema derecha desalojan un cine a gritos de ¡Arriba España! y ¡Viva Cristo Rey!. Los radicales de extrema derecha pertenecen a España 2000, un partido ultra que participó en la manifestación de la plaza de Colón organizada por PP, Ciudadanos y Vox en febrero de este año. Pero lo realmente relevante, es que se da la circunstancia de que lo ocurrido se produce el mismo día que la presidenta de la Comunidad de Madrid, la popular Isabel Díaz Ayuso, se preguntaba si la izquierda quemaría iglesias como en 1936 a raíz de la exhumación de Francisco Franco. Puede ser una coincidencia, pero viviendo donde vivo, y conociendo el percal y la mala sombra de algunos españoles, tiendo más a creer que ha sido a posta señora, ya que solo unas horas después de las palabras de Ayuso, los ultras de España 2000 que se manifestaron junto a ellos en Colón hace apenas medio año, obligaban a desalojar la mencionada sala de cine. Es la España que tenemos, la España a la que nos han tirado chusma política en su afán de protagonismo y de ser los revulsivos que solucionarían lo pasado hace cuarenta años, la España en la cual los odios siguen a flor de piel, junto con las cicatrices sin cerrar de hace 40 años, la España en la cual los medios de comunicación afines a izquierdas y derechas, siguen siendo los portavoces de esas ideologías que alimentan ese odio que ya debería de estar más que olvidado, en definitiva, la España cutre, salchichera y pueblerina que tenemos y la que están construyendo nuestros asquerosos líderes políticos que tenemos la mala suerte de tener y de mantener, que eso es lo peor. Las dos Españas, los dos frentes que siguen peleando en cuanto se les presenta la ocasión abrazando lo que se conoce ahora como libertad de expresión para hundir y humillar a los que no piensan como ellos. La España a la cual, el meteorito no debería de tardar mucho en llegar para hacer borrón y cuenta nueva. La España en la que lamentablemente vivo y lo seguiré haciendo, porque me da vergüenza salir al extranjero y decir que soy español, para evitar que se rían de mí. La España que me avergüenza. La triste historia de siempre. España, año 2019. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

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