miércoles, 30 de octubre de 2019

En picado

Que el sindicalismo español se ha tocado y se está tocando los huevos, es algo obvio y demostrable. Durante la crisis que pilló a ZP no hicieron nada, salvo gastarse dinero de todos los españoles (les recuerdo que están untados y subvencionados con dinero público), en cenas copiosas (busquen por internet), y en ganar 110.00€ los líderes sindicales (lo pueden buscar por internet). Todo lo anterior les ha pasado factura en las afiliaciones, poca, pero les ha pasado, ya que el hartazgo hacía estos parásitos sociales, es más que evidente junto a la asquerosa casta política que tenemos la mala suerte de tener. Ahora, y para más desdicha de los sindicalistas, hay una nueva oleada de bajas en CCOO y UGT en toda España, por su ambigüedad ante el desafío independentista. El movimiento independentista ha lastrado a prácticamente todos los negocios… incluido el sindical, porque cabe recordar, que eso es un negocio para los que trincan, viven y se aprovechan de él para su beneficio propio, donde los dos grandes representantes, están sufriendo su ambigüedad con el movimiento independentista. Y es que, si en 2017 se posicionaron claramente a favor de los golpistas, en esta ocasión lo han vuelto a hacer criticando la sentencia del Tribunal Supremo sobre los políticos catalanes presos, que suman una condena de 99 años de prisión. Algo inaudito, porque normalmente nadie muerde la mano que le da de comer, si exceptuamos a los temerarios. Cabe recordar, que los sindicatos CCOO y UGT de Cataluña, Òmnium Cultural y la ANC, convocaron una manifestación el 15 de abril del año pasado en defensa de los golpistas encarcelados. Un hecho, que no sentó nada bien a las bases de sendos sindicatos y que provocó, ya entonces, que fueran muchos los que causaron baja de CCOO y de UGT. La líder sindical de uno de los dos grandes sindicatos en una de las más importantes compañías del Ibex 35 se mostró indignada con el posicionamiento político del sindicato al que pertenece. Bajo su punto de vista, tendrían que haber preguntado a las bases, y a las de fuera de Cataluña también, dijo en su momento. El apoyo de ambos sindicatos en Cataluña a la causa independentista ha sido un factor más a los que vienen percutiendo desde hace años sobre una militancia en retroceso. Los escándalos, la desindustrialización y los efectos de la crisis en el empleo. Según los datos oficiales, UGT tiene abierto un portal de transparencia donde no oculta el retroceso de su militancia. Llegó a alcanzar 1.209.651 afiliados en 2010, su mejor cifra de los últimos años. Desde entonces, la curva es descendente. Ha perdido 278.093 hasta 2017, lo que supone un 23% de la fuerza social que amasó en su mejor momento de la última década. Ahora, el sindicato reconoce que tiene 931.558. En fin. Entonces, ¿sindicatos para qué?. España, año 2019. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

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