miércoles, 12 de febrero de 2020

Una hazaña

Ser autónomo en este país de chupópteros, vividores y oportunistas es una hazaña. Y lo es, sencillamente porque el no llegar a final de mes se ha convertido en este gremio en general algo difícil de lograr, porque al coste que supone subir la persiana todos los días, y contando con que la ayuda estatal, regional y local es casi nula, pues hace el ser autónomo una hazaña. Pero el trincar o el afán recaudador, que por otro lado es infinito, tanto de la hacienda estatal, regional y local, es la máxima posible. Ahora hay que sumar los 50€ de subida del SMI, pero los impuestos que tienen que pagar los autónomos son los mismos. Pero de todo esto son los gobiernos de turno los que tienen la culpa. Una legislación casi anticuada, diría yo, junto a unas instituciones con afán de trincar más y más para que a sus señorías parlamentarios no les falte de nada, es el problema. Las grandes empresas del IBEX, en relación o extrapolando los datos al autónomo, no pagan apenas nada, y ya no digamos los directivos de esas multinacionales, que a través de sus SICAV, hacen todo lo posible para pagar lo menos posible. Pero ojo, eso es legal y lo único que hacen esos empresarios es aplicarse la ley que actualmente existe, lo mismo que se le aplica al gremio de los autónomos. Pero hoy me ha dado por cavilar. Se lo pueden tomar ustedes como una chulería por mi parte como otra cualquiera. He cavilado que es lo que pasaría si los políticos y algunos sindicalistas (no se rían por dios, en España todavía existen estos parásitos sociales aunque ustedes no los vean ni por error televisivo) de esos que tienen las manos manchadas de marisco, se hicieran autónomos. Entonces nuestros políticos y sindicalistas de pacotilla que tenemos, tendrían que responder por su trabajo, cosa que actualmente no hacen y encima, que cobraran por los resultados obtenidos. No hace falta ser un lince, para darse cuenta que la mitad estarían tocando en el metro con una guitarra y llenos de piojos. Como todo buen autónomo, deberían de cobrar cuando trabajen, es decir, facturando, lo mismo que el resto de autónomos españoles y que sepan lo que es el sin vivir que supone el no cobrar una factura, el tener soplando en el cogote a la hacienda estatal, regional y local, temiendo sanciones, cierres de negocio, despido de algunos trabajadores, el no tener luego paro y el saberte endeudado hasta las trancas casi el resto de tu vida, porque las administraciones estatales, regionales y locales así lo quieren, porque nuestros animales de bellota con corbata o sin ella, nos joden la vida cada vez que quieren y como quieren con sus leyes, que sólo sirven para nosotros y no para ellos. Pero que esta morralla política y sindical no se hagan autónomos, demuestra lo poco que les importa este gremio en general. Ellos sólo ven ingresos, ingresos e ingresos en esa persona jurídica, mientras ellos, sólo tienen que esperar sentados en un buen restaurante o en sus butacones de piel, a que el dinero se lo ingresen en sus cuentas, sin más problemas que el saber dónde van a comer y con quién. Es lo que hay, Maikel Naig. Lo demás es todo rollo. España, año 2020. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

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